Paciencia
La paciencia es un rasgo de carácter que
permite pasar situaciones caóticas sin
derrumbarnos, nos permite educar a nuestros hijos sin gritos y nos permite
aceptar a los compañeros de trabajo sin deprimirnos, entre muchas otras cosas.
Es muy interesante conocer que el origen de la palabra paciencia es la raíz latinapati que significa sufrir. De hecho el participio patiens se introdujo al castellano como paciente (en los hospitales) o “el que sufre.” Así la palabra misma nos recuerda que la paciencia implica sufrimiento, si bien ese sufrimiento se acepta con dignidad esperando una recompensa mayor que vendrá, ya sea con el simple paso del tiempo, con la perseverancia, o con la actividad correcta en los momentos correctos.
Es importante notar
que paciencia no significa sólo esperar hasta que cambie la situación o hasta
que alguien más haga lo que tiene que hacer. Es muy fácil culpar a alguien más
de todo lo negativo que nos sucede. Paciencia es la cualidad de tolerar o
soportar dolor o dificultades sin quejas.
Repasemos el rasgo de la paciencia en
las tres circunstancias mencionadas anteriormente: el simple paso del tiempo,
la perseverancia y la actividad correcta en el momento correcto.
Paciencia en momentos lentos.
Paciencia en momentos lentos.
¿Le ha tocado desesperarse con la burocracia de
ciertas instituciones? ¿Ha tenido la “oportunidad” de esperar largo tiempo en
líneas para poder ser atendido? ¿Ha tenido que atacar el aburrimiento propio o
de sus hijos en viajes largos? Son momentos todos en que la paciencia debe
derrotar al desasosiego. Debemos entender que la “burocracia” no es mala por sí
misma, de hecho fue introducida en la ciencia administrativa como un elemento
de organización y control. Sin ese molesto “papeleo”, una organización no
sabría dónde están sus ingresos, o cómo reproducir un proceso particular en
ausencia del actual dirigente, o cómo controlar los gastos. Entendamos entonces
que la burocracia tiene una razón de ser y seamos amables cuando tratemos con
ella.
Aparte de comprensión también podemos
usar la creatividad y convertir los momentos de espera en momentos útiles.
La gente de campo sabe que el tiempo
entre la siembra y la cosecha no es de haraganería, es un tiempo para
fertilizar, desyerbar, arreglar maquinaria, etc. Hay que sacar ventaja de ese
aparente “tiempo muerto”.
Paciencia como perseverancia.
Se cuenta que Robert Bruce derrotó a los
ingleses para liberar a su patria Escocia de su yugo, pero sólo después de
muchas y dolorosas derrotas. Siempre tuvo la paciencia de asimilar la derrota,
levantar un nuevo ejército, luchar nuevamente, ser derrotado, asimilar la
derrota, etc. Un ciclo que no se interrumpió sino hasta que logró la victoria final
y pudo reinar en Escocia.
Esto lo podemos aplicar, tanto a este Rey, como a un equipo de fútbol que luego de derrota tras derrota, persevera hasta lograr el campeonato, al estudiante que finalmente logra titularse, o al empleado que finalmente es reconocido como “siervo fiel”.
Esto lo podemos aplicar, tanto a este Rey, como a un equipo de fútbol que luego de derrota tras derrota, persevera hasta lograr el campeonato, al estudiante que finalmente logra titularse, o al empleado que finalmente es reconocido como “siervo fiel”.
Paciencia como actividad correcta en el
momento correcto.
Cuando “tenemos el tiempo encima”
tendemos a desesperarnos, nos irritamos, gritamos y generamos un caos peor sin
lograr resultado alguno. Este también es un momento para la paciencia.
Nuevamente no se trata de esperar una solución “caída del cielo”, si bien
podemos orar y pedir ayuda divina, lo cierto es que también tenemos que
enfrentar el problema. Gedeón, David, y otros personajes de la Biblia que
recibieron ayuda de Dios, aún tuvieron que marchar a la batalla.
Los tripulantes del Apolo 13, cuando
este sufrió una avería, hubieran podido darse de topes en las paredes, maldecir
la misión, rasgar sus trajes y aun así
seguir con el mismo problema. Ellos tuvieron paciencia para solicitar ayuda,
para comentar las alternativas y trabajar en la solución de mejores
probabilidades aun cuando el tiempo se iba de entre sus manos. Ellos hicieron
lo correcto con paciencia.
Fuente de la paciencia.
La buena noticia es que para lograr este
rasgo, tenemos la ayuda del Espíritu Santo. Gálatas 5:22 dice que la paciencia
es uno de los frutos del Espíritu Santo. No estamos solos, oremos a Dios porque
su Espíritu more en nosotros y seremos recompensados con este fabuloso rasgo
del carácter de Cristo: la Paciencia.